« El hermanamiento de ciudades es un concepto por el cual ciudades de distintas zonas geográficas se emparejan para fomentar el contacto humano y desarrollar lazos culturales ». Eso es lo que nos dice el diccionario del hermanamiento.

Sin embargo, pude ver que este concepto es muy vago para los Europeos. La mayoría de ellos no saben con que ciudad su propia ciudad está hermanada. Este concepto es una voluntad de los alcaldes de conectar sus poblaciones entre ellas. Siempre da una amplitud de miras; siempre es una apertura hacia Europa.

Vengo de una pequeña ciudad del centro de Francia, al sur de París en la que la palabra « hermanamiento » tiene un sentido muy profundo. Se llama Amilly y está convencida de que Europa sólo podría existir gracias a lazos culturales muy profundos entre nosotros. El alcalde, un eurófilo desde hace mucho tiempo, había creado lazos con Nordwalde, en Alemania en 1977. Pero, en 1991, quería hermanarse con una ciudad española.

Vilanova del Camí, en Cataluña fue electa como ciudad hermana ideal. Efectivamente, tiene aproximadamente 13 000 habitantes igual que Amilly y estaba buscando a una hermana también.

Por eso, en 2003, la carta de hermanamiento fue firmada.

La Fiesta de Europa

Para que los lazos fueran resistentes, se pusieron en marcha intercambios escolares a partir de 2009 además de acogerse a las fiestas locales, tanto en Francia como en España.

Cada primer fin de semana de julio,  para la Fiesta de Europa, Amilly recibe a un país europeo además de delegaciones de las ciudades hermanas. Este año, tuve la oportunidad de participar a la Fiesta gracias a dos meses de prácticas. Fue una manifestación increíble. Tal fiesta permite unir o reunir a los pueblos europeos. Las delegaciones de las ciudades hermanas presentan su patrimonio, su historia y su gastronomía. Aunque son ciudades de Alemania, España o Italia, los franceses no conocen bien la cultura de sus vecinos.

Cada año, Amilly hace honor a un país europeo invitándolo para la Fiesta. La República Checa fue invitada este año. Los « Amillois », los habitantes de Amilly, pudieron descubrir un país que forma parte de la Unión Europea desde hace 12 años, pero que sigue desconocido.

Los esfuerzos de Amilly para europeizar sus habitantes le ha valido recibir 3 precios dados por el Consejo de Europa. El año pasado, había terminado segunda por el Precio de Europa, el último que podría recibir. Sin embargo, lucha frente a ciudades como Dresde (Alemania) : no tenemos los mismos recursos económicos.

Mi primer Festa Major

Comprenderse, recibirse, amarse : son los motivos principales del hermanamiento. Pasaron 13 años desde la firma de la carta con Vilanova, y hoy en día, la amistad está más que fuerte.

Cada año, una delegación de Amilly se va a Vilanova para celebrar la Festa Major, la fiesta local. En 2016, me fui a mi primer Festa Major : fue una experiencia difícil de compartir porque fue tan fantástica que no tengo las palabras para describir mis sentimientos.  Fue tan intenso que no sé cómo empezar.

Fui acogida por Jordi, un Catalán muy amable y sus amigos, Luis, Rosa y su hija Emma. Durante 3 días de fiesta, me sentí como si fuera en la casa de familiares. Gracias a ellos, pude visitar Barcelona y descubrir sus secretos.  Eso no es posible con una guía turística porque con Jordi, Luis, Rosa y Emma tuve la posibilidad de tener anécdotas inéditas.

En Vilanova, pude descubrir tradiciones típicamente catalanas : los Castellers, las torres humanas, los gigantes de la Festa, y el baile de Vilanova en el que participé. La Festa Major, como la Fiesta de Europa en Francia, es una oportunidad para que los vilanovinos y vilanovinas hagan algo juntos, para salir a la calle y compartir momentos lúdicos y festivos con vecinos, familiares y amigos.

Por consiguiente, pude entender porque el hermanamiento se llama « hermanamiento ». Somos verdaderamente como hermanos ahora y sabemos que tenemos amigos y casas de cada parte de los Pirineos.

El hermanamiento permite sobrepasar los estereotipos además de construir una Europa fuerte, solidaria y humana. Es también una manera de volver a poner nuestra Unión en un paso menos extremista de un punto de vista político.

Espero que el año próximo, podría volver a Vilanova para la Festa Major, para vivir otra vez la felicidad dada por el hermanamiento.

Chloé LOURENÇO